Descripción:
El sector de la aviación tiene una creciente demanda de combustibles, dado que se pronostica que crecerá a un ritmo de 4.8% anual hasta el 2036. En este contexto, es fundamental el desarrollo de combustibles renovables de aviación que satisfagan la demanda de combustibles de manera parcial o total. Por ello, es de vital importancia la determinación óptima de la cadena de suministro para su producción; dado que el uso eficiente de los recursos permitirá tener procesos de producción sustentables y biocombustibles de mínimo impacto ambiental. En 2017 que Domínguez-García y colaboradores, propusieron una estrategia de planificación para la producción de bioturbosina mediante un modelo de optimización multiobjetivo MILP para la producción de bioturbosina. En ambos trabajos consideraron la producción de bioturbosina a partir de aceites vegetales de cultivos energéticos con el suministro de hidrógeno de origen fósil, para las rutas de procesamiento que lo requieren; en su último trabajo consideraron el uso de biomasa comestible como aceite de soya, además de la producción de hidrógeno convencional y renovable. En ambos trabajos se optimizaron objetivos económicos y ambientales. Igualmente, en 2018 Gregorio-Gutiérrez y colaboradores presentaron en un modelo matemático MILP para optimización multiobjetivo de funciones ambientales y sociales de la optimización cadena de suministro para obtener bioturbosina a partir de salicornia bigelovii mediante la ruta de procesamiento Fischer-Tropsch. Por lo tanto, el presente trabajo se enfoca en la determinación de la cadena óptima de suministro para la producción de bioturbosina, mediante el hidrotratamiento de aceites vegetales no comestibles como los de Jatropha curcas, camelina, palma de aceite y la higuerilla, así como la generación de hidrógeno renovable a partir de la biomasa de estas mismas materias primas. Para ello se realiza el modelado de la cadena de suministro considerando materias primas cultivables en los diferentes estados de México, su procesamiento para la obtención de bioturbosina e hidrógeno renovable, así como la distribución de la bioturbosina en la red de aeropuertos mexicanos y su posible exportación. Los resultados muestran que en el mejor escenario se obtiene una ganancia anual de $337,862,932.17 MXN. De los 32 estados del país se produce biomasa en 26; mientras que en los estados de Chiapas, Chihuahua, Durango, Michoacán, Nayarit, Veracruz, Yucatán, Zacatecas, Guerrero, Jalisco y Edo. de México se produce la bioturbosina, y en los 3 últimos también se produce el hidrógeno renovable, supliendo la demanda de este gas para la producción del biocombustible. Adicionalmente, la producción de bioturbosina a partir de biomasa disminuye en 27.6 % las emisiones liberadas a la atmósfera, en comparación con la turbosina de origen fósil.