Descripción:
Los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) que progresan a la insuficiencia renal en fase terminal, con mayor frecuencia, son tratados con base a protocolos combinados entre sesiones de diálisis peritoneal (DP), hemodiálisis (HD) y administración de fármacos. La evolución clínica depende de varios factores, sin embargo, al ser una enfermedad crónica degenerativa se sabe que terminará por perder la funcionalidad del órgano, agravando el estado de salud y poniendo en riesgo la vida del paciente. En estos casos, el trasplante renal se ha convertido en el tratamiento óptimo, sin embargo, el promedio de viabilidad del riñón es menor a 10 años. Con los avances biotecnológicos y el mejoramiento de las técnicas clínico-quirúrgicas se ha logrado realizar un gran número de trasplantes con alto porcentaje de éxito, no obstante, existen complicaciones postquirúrgicas que deben ser prevenidas y diagnosticadas a tiempo para salvaguardar el órgano y prolongar la calidad de vida del paciente. Una de las complicaciones más graves es la disfunción crónica del trasplante renal alogénico. Actualmente el diagnóstico es a través del monitoreo de la tasa de filtrado glomerular, y al verse modificada se realiza la búsqueda de cambios morfológicos por ecografía, angiografía digital, la cual es altamente tóxica, y se conforma el diagnóstico por biopsia renal que es una técnica invasiva; este conjunto de pruebas determinan la falla renal en una fase tardía. La presente investigación es el inicio de ésta línea de investigación que pretende crear un perfil de riesgo, tomando en cuenta diferentes biomarcadores para detectar CRAD de forma oportuna, sensible y específica; se inició evaluando 3 citocinas involucradas en la respuesta inmune (IL-10, IL-17 e IL-21) mediante citometría de flujo. Se encontró una diferencia significativa en la IL17, la cual se elevó en pacientes con disminución de la TFG, no se encontró diferencia significativa en IL10, y no fue posible la medición de IL21.