El deterioro cognitivo leve representa el límite entre los cambios cognitivos observados en el envejecimiento normal y aquellos que se encuentran presentes en la demencia temprana. La rigidez arterial, aumenta con el envejecimiento y con la exposición prolongada a factores de riesgo cardiovascular, los cuales contribuyen y aceleran este proceso. Esta modificación en la distensibilidad vascular, genera un aumento de la presión pulsátil dañando la microcirculación en órganos diana como el cerebro, lo que se ha relacionado con el envejecimiento cognitivo acelerado, deterioro cognitivo leve y deterioro asociado con la enfermedad de pequeño vaso, pudiendo tratarse de un factor de riesgo para demencia. Se determinó el grado de asociación entre el deterioro cognitivo leve y los marcadores de rigidez arterial en adultos mayores. Se realizó estadística descriptiva de cada una de las variables, determinando las tendencias de medida central y de dispersión, análisis univariado entre los determinantes de rigidez arterial y el deterioro cognitivo leve así como regresión logística entre las variables, ajustado por edad, sexo y escolaridad para determinar la fuerza de asociación entre las variables dependiente e independiente. Se encontró asociación con el incremento de la edad (p= 0.003), menor escolaridad (p= < 0.0001), antecedente de hipertensión arterial (p= 0.033), incremento en la presión diferencial (p= 0.05), aumento del grosor intima media de la arteria carótida derecha (p= 0.024) y un menor índice tobillo brazo (p= 0.05). Al realizarse la regresión logística, se corroboró que un menor índice tobillo brazo, así como el incremento en el grosor de la íntima media de la carótida derecha son los factores asociados con la presencia de deterioro cognitivo leve en este estudio, después de ser ajustado por edad y escolaridad. La detección temprana del deterioro cognitivo leve, permitirá establecer medidas terapéuticas oportunas para retrasar y/o detener su evolución hacia la demencia y consecuentemente evitar el detrimento en la calidad de vida del paciente y la sobrecarga para la familia y/o el colapso del cuidador.