El concepto de patrimonio biocultural ha adquirido relevancia para la defensa de los maíces originarios frente la amenaza que representa la globalización de los cultivos transgénicos. Este concepto visibiliza la continuidad existente entre las prácticas culturales de los grupos indígenas y campesinos, y las relaciones que establecen con diversos elementos del ambiente. Las prácticas humanas se reproducen de acuerdo a valores específicos integrados a nuestros sistemas culturales. Tomando esto en cuenta, el presente trabajo se propone responder a la pregunta ¿cuáles son los valores que se ponen en juego (en términos de relación sociedad-naturaleza) en la reproducción y conservación de los maíces originarios como patrimonio biocultural? Para responder a esta pregunta se ha realizado un análisis conceptual de términos como prácticas culturales, formas de vida, relaciones ambientales, tecnociencia y patrimonio biocultural, desde una perspectiva que busca romper tanto con la dualidad naturaleza-cultura, como con las argumentaciones que desde un esquema lineal de la historia defienden la incorporación de los monocultivos transgénicos debido a su supuesta mayor productividad. Asimismo, se aborda la división tradicional entre hechos y valores para, con base en la tradición del pragmatismo de Dewey, hacer una crítica a dicha división y para argumentar la posibilidad de una investigación científica de los valores. Esta idea, integrada al concepto de patrimonio biocultural, nos ha llevado a proponer que la característica que permite la definición de ciertas prácticas culturales y sus productos como patrimonio biocultural es la existencia de valores ambientales, mismos que en su existencia práctica nos permiten la reproducción de la vida en su diversidad cultural y biológica. Con base en la información de la milpa y de la biotecnología involucrada en la producción de plantas transgénicas, se argumenta la existencia de distintas formas de valorar dentro de estas prácticas, unas guiadas por valores de tipo ambiental y otras guiadas por valores económicos y de mercado. Finalmente, se propone una forma de evaluar al patrimonio biocultural con base en tres nociones que acompañan este concepto. Tales nociones son: el patrimonio como lo propio, el patrimonio como recurso y el patrimonio como continuidad de la vida.
The concept of biocultural heritage has become relevant in defending native maize against the menace that globalization of transgenic crops represents. This concept makes visible continuity between indigenous and peasants’ cultural practices and those relationships that they establish with environment. Human being reproduces his practices in accordance with specific values, which respond to a diversity of cultural systems. In this sense, this work tries to respond to the question: which values are involved (in social-nature relationship terms) in the conservation and reproduction of native maize as biocultural heritage? In order to answer this question, we present a conceptual analysis of terms like cultural practices, ways of life, environmental relationships, technoscience and biocultural heritage. This analysis has been done to respond to those dualistic perspectives that sharply divide culture and nature and those that have a lineal comprehension of history, arguing for an incorporation of transgenic crops because of their supposed higher productivity. This work also incorporates Dewey’s pragmatism to argue against traditional division of values and the world of facts, and in favor of a scientific investigation of values. Whit this idea, in integration with the concept of biocultural heritage, we propose the existence of environmental values as a characteristic of those cultural practices (and their products) which we can defend as biocultural heritage. Those values could be recognized because, in their practical existence, would allow us to reproduce life in its cultural and biological diversity. Information about la milpa and about biotechnology involved in production of transgenic crops allow us to argue the existence of different ways of valuation in these practices: one guided by environmental values and the other guided by economics and market´s values. By last, we propose a way to evaluate biocultural heritage based on three notions that this concept contains. These notions are heritage as own, heritage as resource and heritage as continuity of life.