Descripción:
Diversas ciencias se han dado a la tarea de estudiar la cultura, brindando aproximaciones respecto de aquello que tal concepto puede comprender sin limitarlo, pero ofreciendo características, muchas veces coincidentes entre los diversos discursos científicos. A la par que esto sucede, la cultura sigue desarrollándose.
En su desarrollo, la cultura crea y valoriza conductas, así como bienes corpóreos que marcan un punto de inflexión, estableciendo una nueva dirección para el modo de la vida de la comunidad; situación que, en muchas ocasiones, se reitera a través de las generaciones futuras.
En este sentido, la cultura es creadora de una identidad común entre los miembros de un grupo humano, da cohesión y vincula a través del sentido de pertenencia con los congéneres y con las generaciones pretéritas. Establece y da sustento con el paso del tiempo a las bases de la organización comunitaria no sólo en su forma de gobierno, sino también en sus relaciones humanas, con su aspecto espiritual y con el mundo que le rodea; crea cosmovisiones. Los productos y bienes muebles e inmuebles de cada generación son testimonio del desarrollo cultural y merecen ser protegidos por las autoridades según el orden jurídico de cada comunidad.
México se ha preocupado por proteger su patrimonio cultural, incluso desde tiempos virreinales, cuando se expidieron las primeras cédulas enfocadas a proteger los vestigios de las civilizaciones precolombinas, y hasta la legislación vigente en nuestros días que, emanada a partir del texto constitucional, puntualiza deberes para cada uno de los órganos del Estado a fin de lograr una tutela efectiva de dicho patrimonio; disposiciones que, además, deben interpretarse hoy en día armónicamente con el derecho a la cultura, que fue recientemente integrado al mismo texto fundamental.
El presente trabajo de investigación busca analizar los deberes de actuación del Estado Mexicano en relación con el patrimonio cultural –particularmente el patrimonio cultural edificado- y si éstas acciones, una vez puestas en práctica, si es que sucede, satisfacen los objetivos del marco normativo en la materia.
Esta investigación tiene un enfoque cualitativo y se han empleado diversas metodologías atendiendo a los objetivos específicos de cada capítulo, aunque resaltan las metodologías analítica, histórico analítica y hermenéutico-estructural. Por otra parte, la técnica de investigación ha sido documental a partir del análisis de bibliografía especializada, artículos, el marco normativo y criterios jurisprudenciales.