Descripción:
Si existe alguien que define el concepto de independiente dentro de la historia del
cine, ese alguien es John Carpenter, hijo de un Dr. en música y una madre
aficionada al cine, John fue adquiriendo interés por el llamado séptimo arte desde
temprana edad. Siendo un niño todavía realizaba sus primeras grabaciones, pasaba
el tiempo y el gusto por el cine iba creciendo cada vez más en su persona, en este
medio había encontrado un punto de convergencia para sus principales pasiones,
la música, la cinematografía, la ciencia ficción y los cómics. Admirador del cine
“Western” de los años 50’s en especial de las películas de John Ford y Howard
Hawks, eran una influencia que acrecentaban sus deseos de realizar sus propias
películas. Su oportunidad llegaría a mediados de la década de los 70’s en la que
filmaría sus primeros 3 largometrajes entre 1974 y 1978, fiel a sus ideales y con la
convicción de tener libertad creativa, fue una de las razones principales por las
cuales trabajaría durante casi toda su carrera con bajos presupuestos y lo que ello
implicaba, tiempos limitados para grabar, actores de poco renombre en el medio,
poca publicidad, no contar con alguna orquesta para musicalizar sus películas,
sacrificar los efectos especiales, etcétera. Esto no detuvo a John en su anhelo de
ser director de cine, aunque muchas veces menospreciado, trabajando
generalmente desde su trinchera en el denominado cine de serie B, ignorado por
las salas de cine que no querían proyectar sus películas, con el tiempo se fue
haciendo de un nombre dentro de la industria cinematográfica como director y
también como compositor de bandas sonoras. Así pasó de ser un director
menospreciado e incómodo para muchos por su crítica social presente en sus
películas a un director de culto. Así desarrolló su carrera John Carpenter, un hombre
que estaba convencido que con grandes o bajos presupuestos lo más importante
en el cine es saber contar bien una historia.