La retinopatía diabética (RD) es la primera causa de la pérdida de la visión en los pacientes con diabetes y se caracteriza por la formación de nuevos vasos que pueden llegar a desprender la retina, ocasionando una ceguera irreversible. Estudios en roedores muestran que la hormona prolactina (PRL) presente en la circulación se incorpora al ojo en donde es procesada proteolíticamente hacia vasoinhibinas, una familia de fragmentos moleculares de la PRL con actividades bien caracterizadas de inhibición en la vasopermeabilidad y la angiogénesis ocular. Por lo tanto, el elevar los niveles de la PRL circulante pudiera representar un tratamiento para la RD. La levosulpirida es un antagonista de los receptores D2 de la dopamina que se utiliza en pacientes diabéticos por sus efectos procinéticos en el tracto digestivo y que tiene como efecto secundario inducir hiperprolactinemia. En este estudio investigamos si la administración oral de levosulpirida eleva los niveles de la PRL en el vítreo de pacientes voluntarios con RD que fueron sometidos a vitrectomía por indicación médica. El tratamiento con levosulpirida (25 mg 3 veces al día) fue por 7 días y elevó los niveles séricos (111.7 ± 12.51 vs 10.08 ± 1.46 ng/ml, p < 0.0001) y vítreos (3.59 ± 0.45 vs 1.65 ± 0.26 ng/ml, p < 0.0008) de la PRL en relación al tratamiento con placebo. Los niveles de la PRL en el vítreo se correlacionaron directamente con los niveles circulantes de la hormona (r=0.56, R2=0.31, p<0.05) en los 31 pacientes del estudio (16 tratados con placebo y 15 con levosulpirida). Estos resultados muestran por primera vez la presencia de PRL en el vítreo humano y la incorporación de la PRL sistémica al ojo de pacientes con RD. Estudios en proceso están evaluando los niveles vítreos de las vasoinhibinas y ampliando estos hallazgos a un grupo mayor de pacientes. Nuestro trabajo es consistente con el uso de la levosulpirida como un tratamiento potencial contra la RD.
Diabetic retinopathy (DR) is a major microvascular diabetic complication characterized by excessive vasopermeability and the proliferation of new blood vessels (angiogenesis) that can lead to retinal detachment and blindness. Preclinical studies have shown that the hormone prolactin (PRL) enters the retina from the systemic circulation where it is proteolytically cleaved to vasoinhibins, a family of PRL fragments that inhibit ischemia-induced retinal angiogenesis and diabetes-derived retinal vasopermeability. Therefore, medications causing hyperprolactinemia have therapeutic potential in DR. Levosulpiride is a dopamine D2 receptor antagonist effective for inducing hyperprolactinemia used as a prokinetic. In this study, we investigated whether the oral administration of levosulpiride elevates PRL levels in serum and vitreous of volunteer patients with DR undergoing medically prescribed vitrectomy. PRL was measured by immunoassay. The treatment with levosulpiride (25 mg, 3 times a day) was given for 7 days, ending on the day of vitrectomy. Levosulpiride elevated circulating (111.7 ± 12.51 vs 10.08 ± 1.46 ng/ml, p <0.0001) and vitreous (3.59 ± 0.45 vs. 1.65 ± 0.26 ng/ml, P <0.0008) levels of PRL compared to placebo treatment. PRL levels in the vitreous correlated directly (r = 0.56, R2 = 0.31, p <0.05) with the circulating levels of PRL in the whole study population (16 patients treated with placebo and 15 with levosulpiride). These results show for the first time the presence of PRL in human vitreous and the incorporation of systemic PRL into the eye of patients with DR. On going studies are evaluating vitreous levels of vasoinhibins and of other vasoactive and proinflammatory mediators known to influence DR. Our work is consistent with the use of levosulpiride to elevate intraocular PRL as potential treatment for DR.