Descripción:
El paciente gran quemado, es aquel que sufre lesiones que ocasionan una respuesta neuroendocrina, metabólica, fisiológica y hemodinámica al trauma, ocasionando repercusiones sistémicas que pondrán en peligro la vida del paciente, con superficie corporal total quemada >20% (SCT) que requiere una reanimación hídrica intensa, basándose en la fórmula de Parkland. La sobrecarga de líquidos se ha convertido en un fenómeno mundial en el cuidado de las quemaduras graves; la administración de líquidos y la falta de reducción oportuna de las tasas de infusión, han contribuido a este fenómeno de sobrecarga de líquidos, conocido como "fluid creep". En el presente estudio se destaca la importancia de la reanimación hídrica para pacientes quemados, destacando el papel del equipo profesional en el manejo de estos. Es fundamental realizar una evaluación cuidadosa del equilibrio hemodinámico y ajustar la cantidad de líquidos administrados guiado por parámetros tanto dinámicos como estáticos, para prevenir riesgos, tales como la extravasación de líquidos, causando complicaciones como anasarca, síndrome compartimental, edema agudo pulmonar y así, disminuir la mortalidad y la estancia intrahospitalaria del paciente quemado.