Descripción:
Los ambientes extremos se consideraban hostiles para la vida, hasta que se descubrió que están habitados por una gran diversidad de microorganismos, entre ellos hongos extremófilos que pueden ser oportunistas para el ser humano y adaptarse de un ambiente en extremo frío. Para aislar los hongos, se utilizó la siembra directa de muestras agua de cuatro puntos del Iztaccíhuatl. La identificación taxonómica, se realizó mediante la morfología macro y microscópica; y un análisis de inferencia filogenética basado en la región ITS. Para caracterizar los hongos, se analizó la capacidad de crecer a 37°C, actividad hemolítica y resistencia/sensibilidad a itraconazol y ketoconazol, en PDA y HMA suplementado con sangre humana. Se pudieron identificar 39 cepas agrupándose: Aureobasidium (3%), Candida (3%), Cryptococcus (3%), Cystofilobasidium (5%), Cladosporium (5%), Holtermanniella (3%), Mrakia (13%), Naganishia (10%), Protomyces (3%), Rhodotorula (3%), Basidiomycota (10%), Tremellomycetes (15%), Microbotryomycetes (5%), Leucosporidiaceae (5%), Ascomycota (3%), Epicoccum (5%), Fungi (5%) y Guehomyces (3%). Veintiún muestras, presentaron actividad hemolítica, 2 aislados presentaron hemólisis parcial y el resto hemólisis total. Se observó la resistencia a itraconazol (0.1, 0.5 y 1 µg /disco) y ketoconazol (0.5, 1 y 2.5 µg /disco) de Rhodotorula sp. a 37°C. Se realizó la prueba a 4°C, se evaluaron concentraciones de itraconazol (0.1, 0.5, 1, 5, 10, 30, 50 y 70 µg /disco) y de ketoconazol (0.35, 0.5, 1, 2.5, 10, 25, 30, 50 y 70 µg/disco). Se mostró resistencia a bajas concentraciones de antifúngicos, a excepción de R6 Candida sp. Este trabajo representa el primer reporte donde se ha descrito taxonómicamente y se caracterizó parte de la microbiota fúngica del Iztaccíhuatl.