Descripción:
Patrimonio y extractivismo son las formas que hemos elegido en la presente investigación para dar lectura crítica y acción colectiva a los procesos en los que los bienes culturales, tanto materiales como inmateriales, se ven inscritos en una declaratoria por un organismo internacional como la UNESCO. El propósito es nombrar la contradicción que se deriva en un territorio que es reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en el cual entran en escena tres actores con intereses contrapuestos: por un lado, la población local, quienes reproducen y preservan la cultura; por otro lado, el gobierno, que en vínculo con organismos internacionales la reconocen a través de declaratorias e inscripciones, y el tercer actor, la iniciativa privada quien a partir de una visión de mercado se acerca a los espacios declarados, con el turismo como recurso movilizador de la economía. Como escenario de análisis hemos elegido el semidesierto queretano con la expresión “Lugares de memoria y tradiciones vivas de los pueblos Otomí-Chichimecas de Tolimán. La Peña de Bernal, guardiana de un territorio sagrado”. El principal objetivo es comprender las implicaciones que ha tenido la Declaratoria de la UNESCO en la transformación de los procesos bioculturales, así como las formas de resistencia y continuidad de las cosmogonías loclaes que responden a procesos extractivistas. Dichas cosmogonías resultan en prácticas culturales en tanto que no solo derivan en acciones, sino que forman parte de las ideas de mundo que construyen el espacio de habitación. Al analizar la patrimonialización con una visión extractivista encontramos pertinente un abordaje teórico-metodológico interdisciplinario, discusión desde la cual se discuten las categorías conceptuales como son patrimonio, extractivismo y procesos bioculturales, esperando que el análisis desde los intersticios de las ciencias arroje una visión posicionada y una propuesta de trabajo en campo. Autores como Tim Ingold desde la antropología fenomenológica, Zemelman desde una epistemología crítica, Sauer con la geografía social y Maffi para la memoria biocultural han acompañado este trayecto que ha permitido reunir dos elementos contrapuestos como son el patrimonio que busca preservar y a la vez se presenta como una de las caras del extractivismo.