La rinoplastia se encuentra dentro de las cirugías cosméticas más populares en el mundo, sin embargo, también es una de las más desafiantes incluso en “manos expertas”, debido a su anatomía y la variabilidad de sus componentes, por ejemplo: grosor de la piel, tamaño y grosor de los cartílagos nasales, longitud de los huesos nasales, características del dorso y punta, etc.; Además de la gran variedad de técnicas que existen para mejorar su apariencia. Actualmente existen dos corrientes principales de abordar el dorso nasal, la primera está basada en los principios de cirugía establecidos por el Dr. Jacques Joseph el cual consiste en resecar la giba nasal alterando la anatomía del dorso nasal y que requiere ser reconstruido, dicha técnica se ha usado por años. La segunda manera de abordar el dorso nasal es con técnicas de preservación de dorso nasal, donde se respeta la anatomía dorsal, sin embargo, se abandonó por mucho tiempo y actualmente se ha retomado con gran aceptación en todo el mundo debido a la conservación de las estructuras del dorso nasal. Ambas técnicas cuentan con indicaciones específicas, ventajas, desventajas y complicaciones, en este trabajo pretendemos analizar con qué técnica hay menor incidencia de cirugía de revisión de dorso nasal.